Por experiencia y por vivir en una ciudad donde el clima es muy caluroso, Valencia, introduzco en el frigorífico, a mediados de Noviembre, los huevos de gusano de seda. Con ello, consigo "engañar" al embrión y hacerle creer que la temperatura todavía es baja para que rompa el huevo y nazca. Cuando observo que hay brotes de hojas de morera en los árboles, saco del frigorífico los huevos y éstos tardan más o menos de entre 15 a 20 días en eclosionar.
Ahora os voy a enseñar mediante unas fotos comentadas mi manera de proceder:
1º.- Introduzco los huevos de gusano en sobres de papel de cocina, que he preparado con antelación. Este papel es ideal porque es transpirable y permeable, con ello consigo que el huevo pueda respirar y no tenga tanta humedad cuando los introduzca en el frigorífico.
2º.- Luego artesanalmente me he fabricado una fiambrera con un sistema de pisos hechos con alambre para colocar los sobres en su interior uno encima del otro sin que éstos se toquen y pueda pasar el aire entre ellos. La fiambrera la he agujereado para que tenga ventilación y no se produzca en su interior condensación ni humedad.
Normalmente, en la nevera hay más frio y más humedad que en el exterior; es por eso que utilizo el papel de cocina y la fiambrera; de esta forma los huevos de gusano, a parte de estar protegidos de la humedad, también lo están de golpes o de posibles aplastamientos, así evitamos que no se aplasten con algún ir y venir al frigorífico.
La fiambrera la pongo en la puerta de la nevera donde se colocan los huevos de gallina o el la parte alta que es donde menos frio hace.
También podéis coger una caja de cartón pequeña en lugar de la fiambrera, cada uno que utilice sus truquillos, lo importante es protegerlos de cualquier aplastamiento.
Ahora os voy a enseñar mediante unas fotos comentadas mi manera de proceder:
1º.- Introduzco los huevos de gusano en sobres de papel de cocina, que he preparado con antelación. Este papel es ideal porque es transpirable y permeable, con ello consigo que el huevo pueda respirar y no tenga tanta humedad cuando los introduzca en el frigorífico.
2º.- Luego artesanalmente me he fabricado una fiambrera con un sistema de pisos hechos con alambre para colocar los sobres en su interior uno encima del otro sin que éstos se toquen y pueda pasar el aire entre ellos. La fiambrera la he agujereado para que tenga ventilación y no se produzca en su interior condensación ni humedad.
Normalmente, en la nevera hay más frio y más humedad que en el exterior; es por eso que utilizo el papel de cocina y la fiambrera; de esta forma los huevos de gusano, a parte de estar protegidos de la humedad, también lo están de golpes o de posibles aplastamientos, así evitamos que no se aplasten con algún ir y venir al frigorífico.
La fiambrera la pongo en la puerta de la nevera donde se colocan los huevos de gallina o el la parte alta que es donde menos frio hace.
También podéis coger una caja de cartón pequeña en lugar de la fiambrera, cada uno que utilice sus truquillos, lo importante es protegerlos de cualquier aplastamiento.